Marina
es una niña que tiene el pelo castaño y ojos marrones. Es cariñosa, divertida,
alta y suele llevar diademas, alguna camisa o chándal, unas mallas y botas o
deportivas. Cuando se aburre tiene dos opciones: tocar la flauta o llamar a sus
amigos.
Tiene
una pandilla que está formada por: Ismael, un niño listo, bajito, de pelo marrón
con algunos mechones rojos, al que le gusta aprender cosas nuevas. Héctor, un
niño inquieto, juguetón, que hace muchas trastadas y que tiene el pelo marrón a juego con sus ojos. Y, por último,
César, un niño listo, inteligente, al que le gustan los fósiles, descubrir
misterios y, sobre todo, le gusta leer; César tiene el pelo negro y ojos
marrones y muy expresivos.
Por
las tardes salían al parque a jugar y todos los días se encontraban cosas raras
que tenían que resolver. Un día, un villano malvado quiso raptarlos y hacerlos
cómplices, pero, en ese momento, vinieron Roki y Lolo, dos perros de pelea, los
atraparon y los metieron en su furgón. Los llevaron a un país pobre para
trabajar ¡pobres de ellos!
Después
de un año, los padres llegaron a ese país y allí les vieron trabajando y se
asustaron. Sufrieron tanto como ellos. Intentaron salvarlos, pero una piedra
les golpeó en la cabeza y no pudieron lograrlo. Después de una hora, lo
consiguieron, gracias a que el villano estaba dormido.
Al
volver de nuevo a su país natal, todos les recibieron bien, pero, cuando
entraron en su casa, encontraron a un ladrón. Aquel ladrón llevaba un gran saco
cargado de objetos raros.
- ¡Deténganse! –le gritaron.
El
ladrón echó a correr. Los demás se metieron en un coche y le persiguieron. El
ladrón, que iba en una moto, se cayó, pero se subió encima del coche y les metió
mofetas. Con el mal olor se estrellaron y volvieron a su casa con el mal olor.
Isma
pasaba por allí y el ladrón lo ató y le secuestró, dejando una nota en la que
ponía:
“ESTIMADOS NIÑOS: SÓLO OS DEVOLVERÉ
A ISMA POR 500.000 €.
Firmado: El Ladrón.
P.D.: ME ENCONTRARÉIS EN LAS CUEVAS
DE ALTAMIRA.”
Todos
pusieron rumbo a Altamira. Cuando llegaron vieron cosas extrañas, pinturas
raras, y escucharon a Isma gritar.
Apareció
el ladrón con Isma atado y llevaba una jaula con cucarachas. El ladrón dijo:
- ¡No conseguiréis atraparme porque
tengo estas cucarachas!
Abrió
la jaula y se las lanzó.
-¡Ah, qué asco! -gritaban todos.
De
repente apareció un ratón que empezó a roer las cuerdas que ataban a Isma. ¡Isma
estaba libre!
Atraparon
al ladrón y lo metieron en la cárcel mientras las cucarachas huían.
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